sábado, 31 de diciembre de 2011

Tiempo de Reflexión

En la noche de los tiempos, en un prado verde con un cielo azul sin estrellas, se encontraba el creador de todas las cosas. En un instante aleatorio decidió crear un nuevo mundo, con seres vivos que interactuaran entre si en plena armonía. Decidió hacerlo azul, pues era el color de los ojos de su esposa. Decidió hacerlo blanco, como ya se tornaba el color de su pelo. Decidió hacerlo con partes sólidas y líquidas, pues todo ser vivo está compuesto de las mismas. Algunos dicen que tardó miles de años en hacerlo y otros piensan que su poder es tal, que tan solo necesitó unos dias... El método era fácil para alguien de su sabiduría y con el hecho de  pensar en un origen común, todo se creaba y se mantenía en un orden perfecto. Los seres vivos nacían, se alimentaban y morían bajo el azul de su cielo... Fue así, cuando todo era un Edén, que el gran señor decidió descansar con su familia... Cierto dia, llevado por un leve recuerdo, guió su visión hacia el olvidado planeta. Lo que vió le hizo profundo daño, pues unos seres imperfectos robaban la vida al astro en la búsqueda de un beneficio dudoso que solo ellos comprendían. A veces dirigía su ira y destruía parte del planeta con el fin de dar lecciones a dichos seres que, sintiéndose omnipotentes, seguían reproduciéndose y autoextinguiéndose sin prestar atención a las leyes del creador. Un buen dia comunicó con pesar a su familia querida que debía destruir dicho mundo y a los monstruos antinaturales que en él habitaban. Mirándolo con ojos vidriosos su hijo le dijo:
     - Padre de todo, te ruego no destruyas tu obra por mi culpa, pues has de saber que a dichos seres los creé yo, en un desafío juvenil, son fruto de mi ignorancia y asumo la responsabilidad de sus actos.
     El ser supremo, ante las disyuntiva de la imposibilidad de destruir su obra y la necesidad de ejecutar un castigo, decidió dividir la esencia de su hijo y entregársela a los llamados humanos, dotándolos de alma y de un poder interior que portaban solo los dioses. Con dicha acción el Ser pagaba por permitir la creación de los que se llamaban a si mismos "humanos", e intentaba al mismo tiempo reparar el error que su hijo hizo al Universo........... "Con un alma pueden amar", son las últimas palabras que se recuerdan antes de que el llamado Creador nos abandonase para siempre a nuestra suerte........
          Nota del Autor: Amig@s, con este relato intento, en esta época de felicidad y dicha, que por fin la humanidad recapacite sobre sus actos y se comporte como se espera de un llamado ser "inteligente". Recordemos que la más mínima piedra puede generar ondas eternas si el estanque en la que es arrojada está suficientemente en reposo.     Un saludo y feliz año. Gracias por seguirme.
                                                                              Francisco José Cuesta.

sábado, 10 de diciembre de 2011

El Pantalón Embarrado.

El ser se acercó despacio, con la soltura de saberse vencedor. Lo fue examinando con sus ojos profundos, salidos de algún relato desconocido. En un segundo conocía todas sus debilidades y sabía cómo aprovecharlas. Se fue desentendiendo del mundo que los rodeaba conforme seleccionaba a su presa... Estuvo acechando desde las sombras un buen rato, sin que se diera cuenta, con esa astucia innata del cazador felino. Estudió todos sus movimientos con los sentidos de depredador y se lanzó al ataque desde la niebla del lugar. Todo daba vueltas en su cabeza y lo aprovechó para dejarse ver por un momento, como en un suspiro del viento. La noche fue cerrando sus brazos y se vio envuelto en la bruma que precede al despertar, con sus garras alrededor del brazo. Caminando bajo los albores del amanecer fue testigo de la cacería, viviéndola en sus carnes, consumándola en cualquier callejón oscuro. Rápido y sencillo es el camino tantas veces andado, mas que nada por vicio, casi sin haber sudado. Se fue, y lo dejó allí tirado, con el perfume se sus besos y el pantalón embarrado.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

¿Benefactor?

En el momento de paz que precede a la tormenta, en un pais que supura desgracia por doquier, se encuentra un hombre encargado de estabilizar la historia de varios siglos inestables. En un lugar proscrito, donde viejos señores de la guerra se disputan el derecho a gobernar, un simple humano tendrá el deber de llevar sus ideales ante el juicio del populacho. Viejos dragones resurgen contra gentes venidas de otras tierras, mientras las ratas de oficina roen sin cesar el futuro de nuestra descendencia. Nacido de la tierra del gran santo, devorador de moluscos variados y con mas de treinta años de licenciatura; el llamado "soltero de oro" supo introducirse en el campo de batalla, haciéndose un nombre como conciliador y negociador tanto en su bando como en el bando contrario. En 1996 encontró el apoyo final, necesario para todo hombre de armas, y se casó con la mujer de su vida. En 1999 ya se encargaba de la cultura, educación y deportes en nuestro pequeño territorio. Hoy, dispuesto a dejar marca frente a los colosos europeos, nos vemos obligados a depositar nuestra confianza en un hombre honorable en todos los aspectos. Hoy, salido de las fauces del lobo español, presentamos al titán que demostrará al mundo el verdadero poder del pueblo español. Hijos de España, con la mano en el alma y la vista hacia el futuro, se os presenta a Mariano Rajoy. Esperemos que no sea otro mago del dinero y haga desaparecer lo poco que queda en nuestras arcas. He dicho.

martes, 18 de octubre de 2011

Retrato de una Obsesión (no apto para todos los públicos)

Noche tras noche pienso en ella, creo que es mía y vuelvo a perderla. Ahí está, bellísima, como siempre, con su flamante cuerpo desnudo como una cometa al viento.
Noche tras noche pienso en el sabor de sus besos que nunca podré probar.
Puedo verla a través de mis ojos color miel claro. Me pregunta sobre cosas sin importancia. Casi pierdo la compostura y me inclino sobre sus labios en un arrebato de amor ciego. Lo haré esta noche.
Jamás podréis imaginar el sentimiento de tener 17 años en vida y uno muerto.
Comenzó a principios de curso y desde entonces, cada vez menos, puedo disimular ese amor. Cuando hablé de ello con mis padres pidieron consejo profesional. Yo no necesito nada de eso, necesito su amor incondicional.
Cuando leí "El Epígrafe de los Condenados" lo hice como un estudiante avanzado mas; pero al conocer este amor, comprendí la locura de Ramsés por su reina e imaginé claramente cual sería el final de esta historia.
Contesto a mi madre que voy a bajar el perro. No tenemos perro. Ésta mujer debería dejar el alcohol pero, a veces, es la pasión por los vicios la que nos da fuerzas para seguir viviendo.
Las húmedas escaleras poseen un olor característico y poco común en esta parte del país, entre rancio y podrido. Cinco pisos.
Sus piernas son de seda y, aunque no es excesivamente alta, muchas modelos lucharían por toda la eternidad en el reino de Hades por tenerlas en una nueva vida. Cuatro pisos.
Ojos verdes color del mar. Mirada intensa que hace endurecer todos tus músculos para quedar luego a su merced. Rabia contenida en los ojos de una mujer. Tres pisos.
Labios sonrosados y piel tostada hacen que el óvalo de su cara sea mas delicado que el renacer de la mariposa.Deseables. Dos pisos.
A la espera de su despertar se crearon las abejas y su cintura, para que el hombre estuviese preparado al contemplar su belleza. Un piso.
El portal demacrado por el uso y el paso del tiempo da salida a la concurrida calle. La motocicleta está donde la dejé. Llegaré en unos minutos.
Pienso en su gran busto que al fin será mío, dulces y apetitosos besos en una noche eterna y perfecta.
Ahí está el pequeño chalet, el santuario de nuestras almas.
Asciendo ágilmente sobre la balaustrada de seguridad. Mi amor es infinito y persigo irremediablemente las riendas de mi deseo.
La puerta se adivina cerrada al final de la escalinata entre pinos que amenazan con aplastarme.
Sufro, pierdo la noción del tiempo al ver mi fracaso cercano. Miro al cielo para protestar por este plan divino que nos mantiene separados; pero veo, en el pequeño espacio del error de los árboles, su ventana abierta en el primer piso.
Subir no es difícil por el entramado de plantas que sembró su padre con afecto. Le alegraría saber que gracias al cariño entre padre e hija he logrado llegar a su pequeña.
Débil es el ray de luna que entra por la ventana, aunque suficiente para deslizarme sigilosamente por su alfombra. Ninguna de las drogas que he tomado es comparable a este éxtasis. Por fin voy a reunirme para siempre con mi amada y, por fin será mia para toda la eternidad.
Aletargada y seductora recibe mi beso con un mordisco picaruelo y debo acallar el grito de placer que brota de sus labios, tapándolos suavemente con mi mano.
Le gusta que le acaricie sus pechos y su sexo, puesto que no para de moverse y gemir bajo mis dedos.
No sin esfuerzo consigo consumarla con la avidez de un amante de poca experiencia y sus ojos agradecen mi premura con un llanto de felicidad en sus grandes ventanas al alma.
Sintió el filo en sus vísceras y creo que no comprendió que pronto estaríamos juntos de nuevo. Cuando perdió la calidez de su pecho, levanté mi cuerpo dolorido por sus caricias de amor y escribí lo que os cuento.
Frasco de amor infinito. Contenido pulcro que se siente por mis adentros. Pronto estaremos juntos, mi niña y el fuego de nuestra pasión quedará grabado en la eternidad del firmamento...

Una de Monstruos (6)

El sol de la mañana entraba por su ventana mientras ella despertaba tras un sueño deseado y reparador. Como siempre tras levantarse, Agnes se lavó cara y manos con abundante agua, se vistió y bajó a desayunar. Eran las diez de la mañana de su segundo dia en la granja, el primero lo pasaron descansando. Mike ya estaba sentado en el saloncito que la señora Black había reservado para ellos, pues el edificio era tan grande que se reservaba un espacio asombroso a los huéspedes, con salón y sala de juegos incluido. Mientras se daban los buenos dias entró la vieja señora.
- Buenos dias tengan, amigos- dijo la encantadora viejecita, entrando por una puerta común con una bandeja de comida.
- Buenos dias, señora- dijeron al unísono, mientras Mike se levantaba para ayudar a la anciana con su exagerada carga.
- Aquí tienen un poco de pan, mantequilla, bizcochos, ternera cocida, mermelada y café. Espero que sea suficiente. Si desean cacao para beber, puedo trérselo en un momento.
- No se preocupe, señora Black. Tenemos todo lo necesario. ¿Hace buen dia para ir a explorar despues del desayuno?- dijo Agnes.
- Por supuesto querida, pueden subir la montaña. Allí tendrán una vista magnífica de los alrededores. Les indicaré el camino a nuestra cabaña de paso y les daré la llave para que no les falte de nada, cuando estén listos.
           Poco después caminaban montaña arriba, les speraba una subida de tres horas a través de la nieve...

martes, 11 de octubre de 2011

XIII

Despertó de pronto con un fuerte sonido de cristales rotos. Su habitación se encontraba en penumbra, pues no había comenzado el nuevo dia. Abrió los ojos y se encontró a si mismo en el reflejo de la puerta con cristal de su armario. Lo único que podía recordar del sueño que lo había perturbado era el incesante sonido de pasos, de alguien que se acercaba. El sudor frio le recorría la frente mientras se arrastraba al baño, ya no descansaría más ese dia. Noche tras noche despertaba sobresaltado por el sonido de aquellos pasos detrás de sí, y volvía a mirar el espejo vacío en la semi oscuridad que precede a la mañana. Toda su vida había intentado ayudar a la gente contra este tipo de miedos, pues era vidente profesional y experto en Tarot, pero comenzó a sentir un miedo irracional contra ese sueño que le atacaba por las noches. Pasaron varios meses y su cuerpo y su espíritu empezaron a sufrir por ello. Una noche en la que no quería dormir, vencido por el cansancio, volvió a tener el sueño y, al despertar, volvió a mirar el inmaculado espejo de su cuarto. En principio creyó no ver nada hasta que, empezando a recordar, volvió a oir el constante ruido de su vigilia y detectó la presencia de un número romano: XIII. Todo el recuerdo llegó a su mente de golpe y, comprendiendo por fin el significado de  aquello, vislumbró al fin a su perseguidor detrás de su reflejo. Lo último que oyó fue: "He llegado al fin, he venido por tí y te llevaré conmigo".... La oscuridad se hizo absoluta mientras la figura de la carta maldita repitió una y otra vez su eterno monólogo...

martes, 27 de septiembre de 2011

Soledad

A veces siente el paso del tiempo y mira a través de su ventana gris. Intenta encontrar la fuerza necesaria en los demás, pero nadie la ayuda. Dentro de su nostalgia existe el rincón de lo no vivido y sufre por ello. Es en esos momentos es cuando el dolor crece desde lo más profundo, convirtiéndose en un dragón que lo devora todo. Algo distinto se aloja en su alma. La esencia del nuevo ser la despedaza por dentro, convirtiéndola en un reflejo de lo que fue. Se mira al espejo y ya no es la misma persona. Ha perdido el brillo de su piel, la fuerza de su sonrisa, la inocencia en su mirada... Esta misma tarde ha comenzado a beber, ahora llora por dentro por ser tan cobarde. Paseó por el parque. Se sentó en un banco. Esperó eternamente pero nadie reparó en ella. Esta misma tarde ha empezado a fumar. Buscó en unas hierbas algún resquicio de felicidad, pero no había nada. Caminó por las calles sin saber el tiempo pasado, descubrió la paz en el rincón más bullicioso. Cuando nada ni nadie te hace caso dejas de existir. La encontré demasiado entrada en su infierno personal, la llevé a casa y la acosté. Esta misma tarde había empezado a drogarse. Esa extraña sustancia le hizo olvidar por unas horas, para recordarle la verdad y un nuevo anhelo. En la oscuridad del habitáculo se creyó muerta y por fin supo cual era su destino. Volvió a mirar por su ventana triste y pareció escuchar el canto de un pájaro feliz. La dicha siempre parece estar esperándonos, pero es imposible alcanzarla por completo. Esta noche, despues de ver pasar su vida con el aleteo de un ave, aprendió a saltar...

viernes, 23 de septiembre de 2011

Una de Monstruos (5)

Se dejó llevar por el aire y el llanto de sus recuerdos. Un alma más, perdida en la eternidad del lamento. Se acercó a la ventana y observó por el translúcido cristal la sombra de lo que un día él fue, mientras arrastraba el cuerpo hacia su triste morada. Volvió a gritar, volvió a hacerlo, como ya siempre hacía desde antaño. Su alarido sordo movió todo de nuevo, la sombra de su malicia volvió a reflejarse en el cielo. Desde otra de las ventanas divisó un vehículo siniestrado, donde estuvo el acceso a su casa, perdido por el tiempo. Uno de ellos volvía a por más, no podía permitirlo. Con toda la fuerza de su ser hizo un llamamiento, algo aprendido de la oscuridad, y la misma acudió al rescate. Pronto cayó en el sueño, víctima de su enfermedad. Pobre vieja desfallecida, ya descansaría a su tiempo -se dijo- pero pronto notó caer su alma en el letargo. Antes de su vuelta al Averno tuvo una visión, no podría ayudarle, el destino había firmado su sentencia... Pobre hombre con su sombrero gris, estaba muerto sin saberlo...

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Viento

Viento perdido que vaga por doquier, viento subestimado capaz de todo. Llegas a nosotros bajo el sol de poniente, cuando las nubes nacientes comienzan a dibujarse en nuestras retinas. Mueves un sinfín de detalles, pero pierdes los recuerdos de lo que arrastras. Un día despiertas como aliento de dragón para quemar lo olvidado, para luego atardecer con vestigios helados. Dulce viento que hablas a las almas que pueden oírte, que llevas contigo recuerdos de otras épocas, sueños del pasado. Cuando encuentres tu morada, despiadado elemento, busca entre tus lazos el amor perdido; pues como un niño libre que exploras lo que puedes ver, no descansas a mirarlo, sin tiempo que perder. Puedes coger su alma porque es parte de tus garras, amado viento...       Se deja llevar con premura, pues su tiempo ya ha pasado. No más miedos en la noche, no más días que extravié. Cuando llegue mi hora, sueño eterno, concédeme tu beso inmortal y así vagaremos, hasta un nuevo renacer...
          Ya llega el invierno...   

lunes, 12 de septiembre de 2011

Una de Monstruos....(4)

La voz le sonó distante, desnutrida. Mike se sentía caer al vacío mientras recuperaba la conciencia. Desde la profundidad de su sueño se abrió paso aquel sonido, que le pareció en exceso chirriante y molesto. Había soñado con algo, algo importante. Estaba en algún lugar conocido y pasaba algo grave, algo fuera de lugar. Intentaba recordar pero finalmente la barrera del inconsciente se llevó ese recuerdo, perdido para siempre. Se resignó y abrió los ojos. Allí estaba, era regordeta y bajita, soltando sonidos desde la caja de música de su garganta. Mike pensaba que era parte del sueño pero, de repente, todas las funciones de su cerebro se activaron, y pudo apreciar finalmente la realidad. La señora estaba tirando de él para que saliese del coche, hablándole en francés. En ese momento entró en escena Agnes, que parecía, por su ropa y cabello, recien salida de un rodeo con un toro salvaje. La figura redonda comenzó una charla con su compañera de viaje, olvidándolo a él como a un perro perdido. Aprovechó entonces para mirar a su alrededor. Era de día, el sol marcaba las diez o las once de la mañana, cosa que confirmó mirando su reloj. Las diez y cuarto. El paisaje gastaba una buena capa de nieve que a duras penas mermaba con el calor del astro rey. El coche se encontraba bien, salvo por las ruedas enterradas por la nieve. Recordando lo ocurrido la vigilia pasada, comenzó a buscar con la mirada algún rastro del conductor. Estaban solo los tres pero, al rodear el vehículo por el otro lado, descubrió un reguero de sangre que se alejaba entre los pinos. La mujer, viendo lo que hacía Mike, lo señaló y dijo algo en su lengua materna. El candidato a ganster buscó coherencia en la mirada de Agnes, que puso cara de no haberse enterado de nada. Se encontraban cerca de la carretera, el auto se había salido de la misma solo por unos metros. A poco más de un kilómetro de distancia se apreciaba un conjunto de casitas blancas y bajas, que debían ser la aldea. Un poco mas arriba, siguiendo lo que parecía el cauce de un río extinto tiempo atrás, había dos montañas altas, nevadas y majestuosas, con su capa blanca y virgen. Bien alto en una de ellas, aunque no en la cima, se adivinaba una granja. Por su aspecto y posición debía ser su destino.
 Agnes no comprendía bien el francés. Había conocido a alguien que era de allí y le había enseñado algunas palabras. Como pudo hizo entender a la mujer que se dirigía a la granja de la señora Black, Catherine Black.
Un carro se acercaba desde la aldea con un fornido aldeano a las bridas. Cuando se acercó lo suficiente como para verlo bien; los tres vieron la fabulosa carreta, el hermoso corcel negro que tiraba de ella y al hombre. Medía casi metro noventa de estatura y sus anchos hombros parecían abarcar el sol, que asomaba empequeñecido por su espalda. Poseía unos ojos negros y rasgados, a juego con su rostro bronceado y su boca de labios carnosos y expresión severa. Su pelo era azabache y ondulado e iba vestido con las típicas ropas de pieles de la comarca. Se acercaron para recibirle y entonces es cuando habló, con una profunda y potente voz, que era muy acorde con su aspecto duro y solitario.
- Mi nombre es Korgan y he venido a recogerles para que se hospeden en mi granja. Mi madre es la señora Black. Suban, no podeis hacer nada por vuestro amigo- dijo desde detrás de una barbita de varios dias.
- Muy amable señor- dijo Agnes, subiendo a la parte de atrás.
Mike se quedó maravillado ante la entereza de ella despues de lo sucedido la pasada vigilia, a él todavía le temblaban las piernas. Subió al carro a la izquierda del gigante y se despidió con la mano de la obesa mujer. El camino era de tierra y llevaba consigo los baches que no apreciarían en el lujoso Mercedes. No hablaron, pues al intentar dirigir la palabra a su nuevo conductor, solo recibieron gruñidos esporádicos como respuesta. Despues de unos minutos desistieron en el intento. Tras dos horas de viaje llegaron a la granja de los Black, despues de cruzar el pueblo con casi una hora de diferencia. La granja poseía tres edificios principales, amén de algunas perreras en una esquina apartada. Uno de ellos era la casa principal de dos plantas, que estaba pintada de blanco y parecía tener unas diez habitaciones tan solo en el piso superior. Las otras eran graneros para el grano o algún tipo de animal. Una jauría de enormes perros les salió al paso, recordándoles lo sucedido la noche anterior. Agnes sintió un escalofrío al escuchar el sonido de los mismos pero se reprimió lo posible para que los hombres no notasen lo agraviada que estaba. Cuando se acercaban a  la puerta de la morada principal, una anciana menuda y nerviosa salió a recibirles.
- Buenas tardes, buenas tardes. Vosotros debeis ser los nuevos inquilinos, bajad del carro y  entrad. Os he preparado un poco de cacao porque frío es el día. Mi hijo irá a buscar vuestro coche, no es la primera vez que pasan estas cosas....- dijo con un acento francés indiscutiblemente dulce.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Una de Monstruos....(3)

Agnes y Mike viajaban en la parte trasera del enorme Mercedes que habían alquilado. No se dirigían la palabra. A Agnes no le gustó la forma en la que el señor Snake lo preparó todo para que ellos, y solo ellos, fuesen los elegidos para el encargo. Según sus instrucciones debían alojarse en una aldeita de montaña, en el norte de Canadá, e investigar unos extraños sucesos que parecían sacados de una novela barata de terror. Toda la explicación que les dieron fue un recorte de un periódico local, en el que se reflejaba una noticia sobre una vieja mansión encantada. Según el escrito la antigua morada era pasto de una maldición, desconocida su naturaleza exacta, que podía mover montañas en la oscuridad de la noche y que alejaba al ganado con premura para después morir sin explicación alguna.
Mike se recostó en su asiento mientras meditaba sobre el viaje y su fabulosamente atractiva compañera. Ella tenía un pelo largo y azabache, que le caía hasta el inicio de sus nalgas en un torrente de rizos perfectos. Su cara era un óvalo que se cerraba sobre una boca grande, con unos labios carnosos y una sonrisa perlada, que no permitió la indiferencia la única vez que se dejó apreciar. Calculaba que mediría aproximadamente un metro con sesenta y cinco centrímetros, y que pesaría unos cincuenta y cinco o sesenta kilos como mucho. Su trasero destacaba sin duda sobre unos pechos ocultos bajo su chaqueta holgada, aunque Mike intuía que eran grandes y hermosos. A simple vista daba la sensación de ser una jovencita sacada de algún musical de Broadway, pero sus ojos rasgados y grises reflejaban una inteligencia y una madurez  fuera de lo común en mujeres de esa edad. La noche anterior fue informado de que debía hacerle un extraño encargo a su jefe. Debía acompañar a esa mujer a un paraje inhóspito en Canadá para investigar no sé qué chorrada de maldiciones y leyendas. Pero aceptó, haciéndose ilusiones sobre su encantadora pareja de viaje. Viajaban a través de un camino de montaña, que había tenido épocas mejores, y era de noche. Hacía frío, pues el campo a su alrededor estaba cubierto de nieve. Los faros del coche eran la única luz de la que disponían, pues grandes nubes en el cielo amenazaban con cubrir aún mas los ya sobrecargados pinos, y el firmamento era invisible.
Agnes iba sentada a su derecha y, de pronto, se reclinó sobre el asiento, marcando sus fabulosas curvas, con la intención de hablarle al conductor:
- Caballero- dijo ella con su voz agravada por el viaje y el cansancio.
- Señora, siéntese. En estas carreteras nunca se sabe cuando puede aparecer un animal y jodernos el día- dijo el conductor visiblemente malhumorado.
- Disculpe pero no puedo dejar de observar que se ha perdido, deberíamos haber llegado hace horas- espetó ella alzando ligéramente el tono.
- Llegaremos en seguida, no se preocupe y relájese- finalizó el hombre, con su voz grave y contundente.
Mike se fijó en el conductor. Era robusto y musculoso. Se apreciaba en su espalda y en los enormes antebrazos que tensaban las mangas de su jersey remangado. A lo lejos divisaron luces tras tomar una pronunciada curva y entonces empezó. Fue como si la Tierra misma se revelara contra ellos. Todo empezó a temblar mientras el coche se sacudía como fiera hostigada. Cuando por fin el conductor, que se llamaba Jack, consiguió detener el coche, habían salido del camino y el vehículo zozobraba a izquierda y derecha. Por suerte se encontraban en un llano entre tantos precipicios que habían visto desde que comenzó el ascenso. Los viajeros eran desplazados a un lado y a otro del habitáculo como marionetas muertas, que luchaban por mantenerse estables, pero no lo conseguían. Mike hacía todo lo posible por no chocar con Agnes pero el vaivén era contínuo y desmedido. En un momento concreto, de lo que le parecieron horas, la puerta del conductor se abrió y Jack cayó al suelo. Un lobo se oía a lo lejos...

viernes, 26 de agosto de 2011

Religiones...

Desde tiempos inmemoriales el ser humano ha estado vinculado a la religión. La religión ha sido, y puede ser, una base para la educación y nuestro bienestar. La necesidad de tener fe en algo superior forma parte de todos nosotros aunque a veces nos cueste admitirlo. Buscamos ayuda para guiar nuestras vidas y aceptamos credos que en ocasiones, con el paso del tiempo, nos parecen barbaridades propias de años olvidados. No es cierto. Dichos excesos no se han erradicado hoy día, donde lobos con piel de cordero nos ponen a prueba con sus mentiras y blasfemias, como en una vieja entrada de las sagradas escrituras. El vil sin sentido de algunos dictadores y la cruda realidad de nuestra existencia  nos ha hecho mejorar a lo largo del tiempo, pero aun hay ratas en este almacén al que llamamos hogar. La voz de la maldad se puede encontrar incluso en el mas beato de los creyentes. Ya sea por ambiciones, ignorancia o cualquier otra excusa; la voz de los profetas puede llegarnos distorsionada con el paso de los siglos. Todas las religiones compiten por encontrar nuevos fieles y todas ellas pretenden controlar la vida de los mismos. Los enviados de los dioses proclamaron sus textos con el fin de conseguir una humanidad unida, en la que seamos hermanos hasta el fin de nuestros días pero la ambición humana nubla tan noble empresa con codicia y afán de lucro. Despues de nuestra muerte debemos ser recompensados con otra vida que construimos con nuestros actos terrenales. Así, en el ejemplo de Jesús, él vivió para los demás y murió pobre y humillado por darlo todo a sus iguales. Dichos iguales fundaron una iglesia que, en algunas de sus facciones, los llamados líderes se esfuerzan por ultrajar tan noble sacrificio llenando templos de representaciones cargadas de oro y sucumbiendo a placeres que ellos mismos condenaron en el pasado. En tiempos medievales el erudito bíblico San Jerónimo estableció que quien amaba a su esposa era un pecador adúltero, pues se dictaba en la época que solo el amor sin sentimientos; como hacerlo con una prostituta, violar a alguien o participar en una orgía estaba exento de ser una ofensa para la moral. Hoy día los sacerdotes malditos viven en grandes palacios, haciendo prosperar su negocio, mientras niños pequeños mueren de hambre en parajes remotos, perdidos de la mano de Dios...
Todos podemos pecar y todos debemos arrepentirnos, pero se esperan mejores acciones de algunos siervos que por su necedad deberían encontrarse entre las garras de la inanición y no celebrando reuniones multitudinarias que no hacen sino exaltar las protestas de la multitud que de otro modo podrían ser sus acólitos. Entre todos podemos devolver la cordura a dichas instituciones para que vuelvan al camino marcado por los visionarios o enterrarlas en la mas oscura soledad entre los libros de historia. Es en estos años fáciles, en los que los jóvenes piensan por si mismos, es cuando debemos actuar para poder así disfrutar de la paz soñada por muchos y alcanzada por nadie. Solo cuando abramos los ojos a la maldad de estos enmascarados, que se hacen llamar santos, y a la oscuridad de sus planes podremos encontrar el supuesto camino de los profetas hacia un mundo mucho mejor.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Una de Monstruos....(2)

Verenice iba de un lado para otro, como hacía cada noche, buscando una salida. La casa era grande, de esas casas de campo que parecen no acabar nunca. Los muebles tenían en su mayoría mas de cien años pero se conservaban muy bien. El edificio principal tenía dos pisos y mas de treinta habitaciones, pero ese no era el límite de la propiedad. Además de la casa donde moraba Verenice había una mas pequeña cerca del ala oeste, de invitados, con solo dos habitaciones; y un patio enorme en el que podrían aparcarse cuarenta coches o incluso algunos mas, no se paró a contarlos aquella vez... Ambas viviendas eran de un estilo muy barroco, con ventanales enormes y estatuas demoníacas por todo el tejado. El pasillo estaba oscuro, no había luz, y la vieja señora no quiso encender nada por miedo a despertar a los médicos. La mujer buscaba a su hijo, pues no lo veía desde hacía algún tiempo. Se dijo que hoy estaría en casa seguramente y empezó a buscarlo con tal celeridad que casi se sentía flotar por encima del suelo. Su enfermedad le había hecho esto. Los doctores siempre le decían que debía dormir y ella cumplía al pie de la letra su régimen de guardar descanso todos los días, pero algunas noches se escapaba, como hoy. La preocupación por su hijo la hacía desvelarse. Todo empezó cuando su padre murió. Korgan era muy pequeño y seguro que no podía recordarlo, pero cuando aquellos desalmados entraron en casa para robarles el libro, su padre los defendió a ambos y expulsó para siempre aquellos demonios que habían venido a perturbar la paz de su hogar. Era un buen hombre pero pasaba demasiado tiempo en sus estudios, estudios que no se enseñan en ninguna universidad...
Hoy encontraría a su niño, a su niño que al hacerse mayor fue ocupando el lugar del cabeza de familia que le correspondía, y al contraer ella su enfermedad, no pasó momento alguno en el que no hiciera todo lo posible por sanarla. Hoy lo encontraría pues, a pesar de estar encerrada en su propia casa a causa de su mal, sabía que no había podido ir muy lejos. En la vivienda de los invitados había luz, siempre había luz. Probablemente estuviese allí buscando alguna medicina y volvería pronto. Ahora se sentía cansada, muy cansada. No podría permanecer despierta por mucho tiempo. Hoy tampoco lo había encontrado. La noche llegaba a su fin y mirando al cielo vespertino expulsó su rabia en forma de grito. No percibió sonido alguno, solo el temblar de las montañas frente a su ira. Cada vez se encontraba peor de su dolencia y sabía que algún día tendría que irse, que irse con su esposo para un descanso eterno, para otra noche eterna...

sábado, 20 de agosto de 2011

Una de Monstruos.... (1)

Mike se dirigía hacia su coche cuando una sensación extraña le paralizó todos los miembros de su cuerpo. Miró a su alrededor y se dió cuenta de pronto de que era de noche. La calle estaba desierta y oscura pero la Luna le obsequiaba con la luz suficiente para hacer el corto trayecto hasta su casa. No era la primera vez que tenía esas sensaciones pero decidió olvidarla hasta tener la cabeza un poco mas despejada. El viejo edificio le saludó en la penumbra con su bombilla solitaria. Subió la escalera del bloque de apartamentos con la pesadez del abuso de alcohol en su cuerpo. Se dejó caer en su cama y cayó en un profundo letargo meditando sobre el posible estado de su puerta. ¿Cerrada o abierta?.......
Agnes vivía en una casa antigua, pero no por ello descuidada, a las afueras de Nueva Orleans. Era joven pero su vida distaba mucho de la de alguien de su edad, pues guardaba un gran secreto, ambiguo entre desgracia y poder. Despertó con el sonido estridente del timbre del teléfono, cogiéndolo de su mesilla.
- ¿Si?
- Agnes, soy Patrick. Siento llamarte tan tempranopero te necesito en Nueva York lo antes posible. Debes hacerme un favor.
- ¿Qué pasa Patrick? , me estás asustando.
- No te preocupes, pero ven cuanto antes. Es un asunto muy importante.
- Está bien. Cojo un vuelo ahora mismo.


Mike, como todas las mañanas, cogió su coche y fue al bar Charlestón. Cuando llegó a la dirección, aparcó su coche y se dirigió hacia la entrada del local, que parecía mucho mas decente de día de lo que era de noche. Visto desde fuera el Charlestón era el típico edificio de la época. Tenía grandes ventanales, ahora cerrados, con preciosas cortinas y detalles dorados. La fachada de ladrillos marrón oscuro no hacía mas que resaltar la gigantesca puerta de entrada, que en un edificio de dos plantas parecía llegar, a ojos descuidados, hasta casi la mitad del primero. Entró al local con la única llave que no estaba en poder del dueño del mismo. Es cierto que Mike tenía cierta camaradería con el propietario de la sala de variedades, pero no por ello era incauto o descuidado en su trato con Shake, uno de los hombres mas peligrosos de Nueva York. Miró a su alrededor con disimulo pues no era el único que se hallaba en la sala principal de la extraña sociedad que había montada en el lugar. Por un lado estaba el escenario, con dos bellas mujeres hablando efusivamente con un hombre pequeño y rechoncho, que no se había quitado el sombrero, posiblemente por miedo a lucir su inminente calva, que no estaba bien vista entre los actores de la época y el culto a la juventud de los últimos años. Delante del mismo se encontraban las mesas y en una de las últimas, cerca de una ventana pero no a la vista desde el exterior, se encontraba su jefe y amigo: Will Shake.
Shake no se sentaba solo. Dos hombres con gabardina y aspecto de matones se encontraban sentados en sus francos. El jefe mafioso hizo un gesto de su mano y acto seguido los dos sacos de músculos con ropa se marcharon sin hacer casi ni un ruido.
- Acércate Mike, tengo que hablarte- dijo el mafioso con su profunda voz, producto de tantos vicios que había en su vida....

sábado, 13 de agosto de 2011

Mentiras Arriesgadas

Todos conocemos a alguien que nos miente descaradamente en algún momento de nuestras vidas. El buen observador descubre pequeños matices en la expresión del cuentista nada mas empezar la parodia, pero el problema está en que a veces nos dejamos engañar por simple aprecio por el sujeto. Es justo en ese momento cuando descubrimos que hemos perdido la partida y vemos tan cerca el principio del fin. En un momento cualquiera puedes sentir afecto real y un instante despues plantearte tu relación con el tramposo, ya sea amor o amistad. Cuando ocurre eso crece el sentimiento de desconfianza dentro de ti y suspiras buscando alivio en un aire que te falta. La solución es simple y lo sabes pero cerrar ese vínculo de tu vida suele ser difícil. La mayoría de nosotros piensa entonces en cambiar a esa persona y como pobres ilusos nos hayamos capaces de cualquier cosa para salvar esa formalidad llamada amistad o pareja. La verdad es que podemos hacerlo pero siempre a costa de nuestra integridad y amor propio. Personas se destrozan día a día haciendo un esfuerzo, pensando que da resultado y vuelven a chocar con la misma pared de ladrillos con la que han sido condenados a chocar por toda su vida. Es cierto, llegamos a depender del malvado que añade un poco de ese algo distinto que solo él sabe que nos gusta y nos dejamos llevar por alguien todavía mas desequilibrado que nosotros mismos, para entrar en esa espiral de decadencia tan difícil de abandonar para todos. Pero a veces nos damos cuenta a tiempo de los errores del contrario y los usamos contra él, para destruir un poco de su ser con nuestra sensatez. Vástago de la mentira es la desconfianza y própio de la misma es el engaño. Así, sin mas dilación nos convertimos en el mentiroso, adquiriendo un poder hasta entonces vetado. No hemos aprendido nada, solo a ser aun mas decadente que nuestro predecesor en este mundo..... Escribo esto para plantear algo que la humanidad está olvidando: Todo aquel que hiere es herido y todo aquel que es herido desea recuperarse para poder herir.......  Seamos sinceros porque solo si dejamos de ser hipócritas con nosotros mismos podremos llegar a ser honrados con nuestros iguales, que no es poco.

martes, 9 de agosto de 2011

La chica del tiempo.

Buenas tardes. Esta es la primera vez que publico en mi nuevo blog. Empezaré dando las grácias a los lectores del mismo. Me gustaría crear algo reivindicativo sobre la sociedad en sí y pienso que no hay mejor momento que este, ahora que muchos sufrimos tanto la violencia como la soledad a la que nos empuja la moda política del capitalismo, donde amigos de toda la vida se apuñalan entre si para recoger las migajas que nos dejan las clases sociales mas altas y nos sentimos felices de vivir al día trabajando para engordar a nuestra progenie en beneficio de multinacionales que nos lanzan publicidad a todas horas sobre la excelencia de sus productos. Si pensamos detenidamente en dicha publicidad, podemos entender la filosofía "económico-capitalista" de nuestros tiempos y el malestar general que se deriva de ella. Todos podemos observar que la chica del anuncio "tal" es delgada, a veces en extremo, guapísima y parece llevar una vida perfecta. Dicha vida, presumo, es así de maravillosa por consumir la famosa bola de grasa y carbohidratos que nos presenta con su fabuloso físico, que por otra parte no suele ser el predominante en los sujetos que vemos en las cercanías de dichos establecimientos. Por supuesto, el sistema no puede permitir que le echemos la culpa al mismo y nos bombardea, en el espacio de tiempo entre anuncio basura y anuncio basura, con maravillosas historias de personas que supuestamente eran infelices y han encontrado la felicidad y el bienestar grácias a no sé qué tratamiento milagroso que permite un festival de sonrisas y placer a cambio de no comer nada de lo que nos gusta. Todo esto nos lleva a una presión social en la que los hombres sobresaturan los gimnasios en verano, amén de las farmacias donde venden hormonas, y las mujeres hacen dietas inútiles que cambian su ingesta cotidiana de calorías para conseguir un mayor aporte de contestaciones fuera de tono y bajos estados de ánimo en nuestras novias y madres. Estaréis de acuerdo conmigo en que la lista de este artículo puede ser eterno si seguimos por dichas vías, así que voy a despedirme señalando la importancia que se le da en cierta cadena de televisión a la extrema delgadez de su chica del tiempo, programa emitido por supuesto justo despues de la sobremesa española y antes de todos los programas de tarde tan amados por nuestras madres. Reflexionando sobre la crueldad de dicha persona hacia su organismo, por obligarlo a tal estado de inanición, y por el hecho de que su sustituta en vacaciones sea aun mas delgada, os dejo con el comentario que un padre dijo a su hija hace poco y que me sirvió de inspiración para este artículo: "Preferiría que fueses anoréxica."