viernes, 26 de agosto de 2011

Religiones...

Desde tiempos inmemoriales el ser humano ha estado vinculado a la religión. La religión ha sido, y puede ser, una base para la educación y nuestro bienestar. La necesidad de tener fe en algo superior forma parte de todos nosotros aunque a veces nos cueste admitirlo. Buscamos ayuda para guiar nuestras vidas y aceptamos credos que en ocasiones, con el paso del tiempo, nos parecen barbaridades propias de años olvidados. No es cierto. Dichos excesos no se han erradicado hoy día, donde lobos con piel de cordero nos ponen a prueba con sus mentiras y blasfemias, como en una vieja entrada de las sagradas escrituras. El vil sin sentido de algunos dictadores y la cruda realidad de nuestra existencia  nos ha hecho mejorar a lo largo del tiempo, pero aun hay ratas en este almacén al que llamamos hogar. La voz de la maldad se puede encontrar incluso en el mas beato de los creyentes. Ya sea por ambiciones, ignorancia o cualquier otra excusa; la voz de los profetas puede llegarnos distorsionada con el paso de los siglos. Todas las religiones compiten por encontrar nuevos fieles y todas ellas pretenden controlar la vida de los mismos. Los enviados de los dioses proclamaron sus textos con el fin de conseguir una humanidad unida, en la que seamos hermanos hasta el fin de nuestros días pero la ambición humana nubla tan noble empresa con codicia y afán de lucro. Despues de nuestra muerte debemos ser recompensados con otra vida que construimos con nuestros actos terrenales. Así, en el ejemplo de Jesús, él vivió para los demás y murió pobre y humillado por darlo todo a sus iguales. Dichos iguales fundaron una iglesia que, en algunas de sus facciones, los llamados líderes se esfuerzan por ultrajar tan noble sacrificio llenando templos de representaciones cargadas de oro y sucumbiendo a placeres que ellos mismos condenaron en el pasado. En tiempos medievales el erudito bíblico San Jerónimo estableció que quien amaba a su esposa era un pecador adúltero, pues se dictaba en la época que solo el amor sin sentimientos; como hacerlo con una prostituta, violar a alguien o participar en una orgía estaba exento de ser una ofensa para la moral. Hoy día los sacerdotes malditos viven en grandes palacios, haciendo prosperar su negocio, mientras niños pequeños mueren de hambre en parajes remotos, perdidos de la mano de Dios...
Todos podemos pecar y todos debemos arrepentirnos, pero se esperan mejores acciones de algunos siervos que por su necedad deberían encontrarse entre las garras de la inanición y no celebrando reuniones multitudinarias que no hacen sino exaltar las protestas de la multitud que de otro modo podrían ser sus acólitos. Entre todos podemos devolver la cordura a dichas instituciones para que vuelvan al camino marcado por los visionarios o enterrarlas en la mas oscura soledad entre los libros de historia. Es en estos años fáciles, en los que los jóvenes piensan por si mismos, es cuando debemos actuar para poder así disfrutar de la paz soñada por muchos y alcanzada por nadie. Solo cuando abramos los ojos a la maldad de estos enmascarados, que se hacen llamar santos, y a la oscuridad de sus planes podremos encontrar el supuesto camino de los profetas hacia un mundo mucho mejor.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Una de Monstruos....(2)

Verenice iba de un lado para otro, como hacía cada noche, buscando una salida. La casa era grande, de esas casas de campo que parecen no acabar nunca. Los muebles tenían en su mayoría mas de cien años pero se conservaban muy bien. El edificio principal tenía dos pisos y mas de treinta habitaciones, pero ese no era el límite de la propiedad. Además de la casa donde moraba Verenice había una mas pequeña cerca del ala oeste, de invitados, con solo dos habitaciones; y un patio enorme en el que podrían aparcarse cuarenta coches o incluso algunos mas, no se paró a contarlos aquella vez... Ambas viviendas eran de un estilo muy barroco, con ventanales enormes y estatuas demoníacas por todo el tejado. El pasillo estaba oscuro, no había luz, y la vieja señora no quiso encender nada por miedo a despertar a los médicos. La mujer buscaba a su hijo, pues no lo veía desde hacía algún tiempo. Se dijo que hoy estaría en casa seguramente y empezó a buscarlo con tal celeridad que casi se sentía flotar por encima del suelo. Su enfermedad le había hecho esto. Los doctores siempre le decían que debía dormir y ella cumplía al pie de la letra su régimen de guardar descanso todos los días, pero algunas noches se escapaba, como hoy. La preocupación por su hijo la hacía desvelarse. Todo empezó cuando su padre murió. Korgan era muy pequeño y seguro que no podía recordarlo, pero cuando aquellos desalmados entraron en casa para robarles el libro, su padre los defendió a ambos y expulsó para siempre aquellos demonios que habían venido a perturbar la paz de su hogar. Era un buen hombre pero pasaba demasiado tiempo en sus estudios, estudios que no se enseñan en ninguna universidad...
Hoy encontraría a su niño, a su niño que al hacerse mayor fue ocupando el lugar del cabeza de familia que le correspondía, y al contraer ella su enfermedad, no pasó momento alguno en el que no hiciera todo lo posible por sanarla. Hoy lo encontraría pues, a pesar de estar encerrada en su propia casa a causa de su mal, sabía que no había podido ir muy lejos. En la vivienda de los invitados había luz, siempre había luz. Probablemente estuviese allí buscando alguna medicina y volvería pronto. Ahora se sentía cansada, muy cansada. No podría permanecer despierta por mucho tiempo. Hoy tampoco lo había encontrado. La noche llegaba a su fin y mirando al cielo vespertino expulsó su rabia en forma de grito. No percibió sonido alguno, solo el temblar de las montañas frente a su ira. Cada vez se encontraba peor de su dolencia y sabía que algún día tendría que irse, que irse con su esposo para un descanso eterno, para otra noche eterna...

sábado, 20 de agosto de 2011

Una de Monstruos.... (1)

Mike se dirigía hacia su coche cuando una sensación extraña le paralizó todos los miembros de su cuerpo. Miró a su alrededor y se dió cuenta de pronto de que era de noche. La calle estaba desierta y oscura pero la Luna le obsequiaba con la luz suficiente para hacer el corto trayecto hasta su casa. No era la primera vez que tenía esas sensaciones pero decidió olvidarla hasta tener la cabeza un poco mas despejada. El viejo edificio le saludó en la penumbra con su bombilla solitaria. Subió la escalera del bloque de apartamentos con la pesadez del abuso de alcohol en su cuerpo. Se dejó caer en su cama y cayó en un profundo letargo meditando sobre el posible estado de su puerta. ¿Cerrada o abierta?.......
Agnes vivía en una casa antigua, pero no por ello descuidada, a las afueras de Nueva Orleans. Era joven pero su vida distaba mucho de la de alguien de su edad, pues guardaba un gran secreto, ambiguo entre desgracia y poder. Despertó con el sonido estridente del timbre del teléfono, cogiéndolo de su mesilla.
- ¿Si?
- Agnes, soy Patrick. Siento llamarte tan tempranopero te necesito en Nueva York lo antes posible. Debes hacerme un favor.
- ¿Qué pasa Patrick? , me estás asustando.
- No te preocupes, pero ven cuanto antes. Es un asunto muy importante.
- Está bien. Cojo un vuelo ahora mismo.


Mike, como todas las mañanas, cogió su coche y fue al bar Charlestón. Cuando llegó a la dirección, aparcó su coche y se dirigió hacia la entrada del local, que parecía mucho mas decente de día de lo que era de noche. Visto desde fuera el Charlestón era el típico edificio de la época. Tenía grandes ventanales, ahora cerrados, con preciosas cortinas y detalles dorados. La fachada de ladrillos marrón oscuro no hacía mas que resaltar la gigantesca puerta de entrada, que en un edificio de dos plantas parecía llegar, a ojos descuidados, hasta casi la mitad del primero. Entró al local con la única llave que no estaba en poder del dueño del mismo. Es cierto que Mike tenía cierta camaradería con el propietario de la sala de variedades, pero no por ello era incauto o descuidado en su trato con Shake, uno de los hombres mas peligrosos de Nueva York. Miró a su alrededor con disimulo pues no era el único que se hallaba en la sala principal de la extraña sociedad que había montada en el lugar. Por un lado estaba el escenario, con dos bellas mujeres hablando efusivamente con un hombre pequeño y rechoncho, que no se había quitado el sombrero, posiblemente por miedo a lucir su inminente calva, que no estaba bien vista entre los actores de la época y el culto a la juventud de los últimos años. Delante del mismo se encontraban las mesas y en una de las últimas, cerca de una ventana pero no a la vista desde el exterior, se encontraba su jefe y amigo: Will Shake.
Shake no se sentaba solo. Dos hombres con gabardina y aspecto de matones se encontraban sentados en sus francos. El jefe mafioso hizo un gesto de su mano y acto seguido los dos sacos de músculos con ropa se marcharon sin hacer casi ni un ruido.
- Acércate Mike, tengo que hablarte- dijo el mafioso con su profunda voz, producto de tantos vicios que había en su vida....

sábado, 13 de agosto de 2011

Mentiras Arriesgadas

Todos conocemos a alguien que nos miente descaradamente en algún momento de nuestras vidas. El buen observador descubre pequeños matices en la expresión del cuentista nada mas empezar la parodia, pero el problema está en que a veces nos dejamos engañar por simple aprecio por el sujeto. Es justo en ese momento cuando descubrimos que hemos perdido la partida y vemos tan cerca el principio del fin. En un momento cualquiera puedes sentir afecto real y un instante despues plantearte tu relación con el tramposo, ya sea amor o amistad. Cuando ocurre eso crece el sentimiento de desconfianza dentro de ti y suspiras buscando alivio en un aire que te falta. La solución es simple y lo sabes pero cerrar ese vínculo de tu vida suele ser difícil. La mayoría de nosotros piensa entonces en cambiar a esa persona y como pobres ilusos nos hayamos capaces de cualquier cosa para salvar esa formalidad llamada amistad o pareja. La verdad es que podemos hacerlo pero siempre a costa de nuestra integridad y amor propio. Personas se destrozan día a día haciendo un esfuerzo, pensando que da resultado y vuelven a chocar con la misma pared de ladrillos con la que han sido condenados a chocar por toda su vida. Es cierto, llegamos a depender del malvado que añade un poco de ese algo distinto que solo él sabe que nos gusta y nos dejamos llevar por alguien todavía mas desequilibrado que nosotros mismos, para entrar en esa espiral de decadencia tan difícil de abandonar para todos. Pero a veces nos damos cuenta a tiempo de los errores del contrario y los usamos contra él, para destruir un poco de su ser con nuestra sensatez. Vástago de la mentira es la desconfianza y própio de la misma es el engaño. Así, sin mas dilación nos convertimos en el mentiroso, adquiriendo un poder hasta entonces vetado. No hemos aprendido nada, solo a ser aun mas decadente que nuestro predecesor en este mundo..... Escribo esto para plantear algo que la humanidad está olvidando: Todo aquel que hiere es herido y todo aquel que es herido desea recuperarse para poder herir.......  Seamos sinceros porque solo si dejamos de ser hipócritas con nosotros mismos podremos llegar a ser honrados con nuestros iguales, que no es poco.

martes, 9 de agosto de 2011

La chica del tiempo.

Buenas tardes. Esta es la primera vez que publico en mi nuevo blog. Empezaré dando las grácias a los lectores del mismo. Me gustaría crear algo reivindicativo sobre la sociedad en sí y pienso que no hay mejor momento que este, ahora que muchos sufrimos tanto la violencia como la soledad a la que nos empuja la moda política del capitalismo, donde amigos de toda la vida se apuñalan entre si para recoger las migajas que nos dejan las clases sociales mas altas y nos sentimos felices de vivir al día trabajando para engordar a nuestra progenie en beneficio de multinacionales que nos lanzan publicidad a todas horas sobre la excelencia de sus productos. Si pensamos detenidamente en dicha publicidad, podemos entender la filosofía "económico-capitalista" de nuestros tiempos y el malestar general que se deriva de ella. Todos podemos observar que la chica del anuncio "tal" es delgada, a veces en extremo, guapísima y parece llevar una vida perfecta. Dicha vida, presumo, es así de maravillosa por consumir la famosa bola de grasa y carbohidratos que nos presenta con su fabuloso físico, que por otra parte no suele ser el predominante en los sujetos que vemos en las cercanías de dichos establecimientos. Por supuesto, el sistema no puede permitir que le echemos la culpa al mismo y nos bombardea, en el espacio de tiempo entre anuncio basura y anuncio basura, con maravillosas historias de personas que supuestamente eran infelices y han encontrado la felicidad y el bienestar grácias a no sé qué tratamiento milagroso que permite un festival de sonrisas y placer a cambio de no comer nada de lo que nos gusta. Todo esto nos lleva a una presión social en la que los hombres sobresaturan los gimnasios en verano, amén de las farmacias donde venden hormonas, y las mujeres hacen dietas inútiles que cambian su ingesta cotidiana de calorías para conseguir un mayor aporte de contestaciones fuera de tono y bajos estados de ánimo en nuestras novias y madres. Estaréis de acuerdo conmigo en que la lista de este artículo puede ser eterno si seguimos por dichas vías, así que voy a despedirme señalando la importancia que se le da en cierta cadena de televisión a la extrema delgadez de su chica del tiempo, programa emitido por supuesto justo despues de la sobremesa española y antes de todos los programas de tarde tan amados por nuestras madres. Reflexionando sobre la crueldad de dicha persona hacia su organismo, por obligarlo a tal estado de inanición, y por el hecho de que su sustituta en vacaciones sea aun mas delgada, os dejo con el comentario que un padre dijo a su hija hace poco y que me sirvió de inspiración para este artículo: "Preferiría que fueses anoréxica."