viernes, 23 de septiembre de 2011

Una de Monstruos (5)

Se dejó llevar por el aire y el llanto de sus recuerdos. Un alma más, perdida en la eternidad del lamento. Se acercó a la ventana y observó por el translúcido cristal la sombra de lo que un día él fue, mientras arrastraba el cuerpo hacia su triste morada. Volvió a gritar, volvió a hacerlo, como ya siempre hacía desde antaño. Su alarido sordo movió todo de nuevo, la sombra de su malicia volvió a reflejarse en el cielo. Desde otra de las ventanas divisó un vehículo siniestrado, donde estuvo el acceso a su casa, perdido por el tiempo. Uno de ellos volvía a por más, no podía permitirlo. Con toda la fuerza de su ser hizo un llamamiento, algo aprendido de la oscuridad, y la misma acudió al rescate. Pronto cayó en el sueño, víctima de su enfermedad. Pobre vieja desfallecida, ya descansaría a su tiempo -se dijo- pero pronto notó caer su alma en el letargo. Antes de su vuelta al Averno tuvo una visión, no podría ayudarle, el destino había firmado su sentencia... Pobre hombre con su sombrero gris, estaba muerto sin saberlo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario