lunes, 8 de abril de 2013

Un Sueño de Olvido

Una noche desperté con un dolor en el pecho sin nombre. Abrí mis ojos lo que pude en la situación y suspiré un intento de olvido, una desesperación. Levanté mis pies de la cama con el impulso de un desnutrido y los posé sobre el frío suelo de una cueva oscura y sin rostros. Alzé mi cuerpo en un intento fútil de romper mi curvatura. Caminé solo por el pasillo ignoto para mi mente perturbada y llegué al baño. Saqué el alma por la boca abierta, negra putrefacción de fiestas pasadas. Levanté la cabeza y allí estabas. Tu imagen en el espejo helaba mi alma como un corazón de hielo. Aún recuerdo lo que dijiste, aquellos sonidos pronunciados por tu lengua infecciosa y plagada de venenos malditos. Ahora me encuentro solo y tu imagen me observa en el espejo. Lanzo mi puño como arma destructora y tu figura es borrosa entre miles de trozos de un cristal roto, recordatorio y venganza de lo que hiciste con mi alma. Salgo de esa habitación y vuelvo a la cama. Como todas las veces anteriores, sollozo hasta que el sueño de tus ojos vuelva a desvelarme...