jueves, 26 de julio de 2012

Nota

Te escribo esto para que sepas que no te olvido mi amor. Tengo días en los que me acuerdo de tí y recuerdo cada parte de tu ser como si fuese mía. Pienso en tí paseando de noche, mientras contemplo la Luna, a través de un parque negro, siniestro. Una sonrisa tuya significa un nombre en tus labios de terciopelo. Dicho nombre significa un beso. Las estrellas abrazan a la Luna como me gustaría poder abrazarnos, eternos. Silencio y oscuridad me trae tu recuerdo, silencio presente por susurros pasados y oscuridad por mi vida desde aquello. El roce de tus piernas en las sábanas vaga por mi cerebro y el llanto de mi cuerpo es un dolor que guardo con celo, pues eso me queda de tu tiempo. Tropiezo en la penumbra con un firme deseo. No puedo ni quiero evitar dormir sobre tu pecho. La calle desierta anuncia el drama de tu pérdida. Una carretera triste separa el parque de la playa. Muchas veces hemos disfrutado de esa arena blanca, dulce mar salada. Nos despertamos temprano aquella mañana. Las lágrimas inundan mis ojos al recordar lo nuestro. Malditos coches y malditas prisas que acabaron en mi pesar eterno y en tu entierro. Pero conserva la paz mi amor, no habrá más desconsuelo. Lanzaré esta nota al viento mientras mi sangre brota de la herida que siempre hubo en mi pecho.

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