sábado, 20 de agosto de 2011

Una de Monstruos.... (1)

Mike se dirigía hacia su coche cuando una sensación extraña le paralizó todos los miembros de su cuerpo. Miró a su alrededor y se dió cuenta de pronto de que era de noche. La calle estaba desierta y oscura pero la Luna le obsequiaba con la luz suficiente para hacer el corto trayecto hasta su casa. No era la primera vez que tenía esas sensaciones pero decidió olvidarla hasta tener la cabeza un poco mas despejada. El viejo edificio le saludó en la penumbra con su bombilla solitaria. Subió la escalera del bloque de apartamentos con la pesadez del abuso de alcohol en su cuerpo. Se dejó caer en su cama y cayó en un profundo letargo meditando sobre el posible estado de su puerta. ¿Cerrada o abierta?.......
Agnes vivía en una casa antigua, pero no por ello descuidada, a las afueras de Nueva Orleans. Era joven pero su vida distaba mucho de la de alguien de su edad, pues guardaba un gran secreto, ambiguo entre desgracia y poder. Despertó con el sonido estridente del timbre del teléfono, cogiéndolo de su mesilla.
- ¿Si?
- Agnes, soy Patrick. Siento llamarte tan tempranopero te necesito en Nueva York lo antes posible. Debes hacerme un favor.
- ¿Qué pasa Patrick? , me estás asustando.
- No te preocupes, pero ven cuanto antes. Es un asunto muy importante.
- Está bien. Cojo un vuelo ahora mismo.


Mike, como todas las mañanas, cogió su coche y fue al bar Charlestón. Cuando llegó a la dirección, aparcó su coche y se dirigió hacia la entrada del local, que parecía mucho mas decente de día de lo que era de noche. Visto desde fuera el Charlestón era el típico edificio de la época. Tenía grandes ventanales, ahora cerrados, con preciosas cortinas y detalles dorados. La fachada de ladrillos marrón oscuro no hacía mas que resaltar la gigantesca puerta de entrada, que en un edificio de dos plantas parecía llegar, a ojos descuidados, hasta casi la mitad del primero. Entró al local con la única llave que no estaba en poder del dueño del mismo. Es cierto que Mike tenía cierta camaradería con el propietario de la sala de variedades, pero no por ello era incauto o descuidado en su trato con Shake, uno de los hombres mas peligrosos de Nueva York. Miró a su alrededor con disimulo pues no era el único que se hallaba en la sala principal de la extraña sociedad que había montada en el lugar. Por un lado estaba el escenario, con dos bellas mujeres hablando efusivamente con un hombre pequeño y rechoncho, que no se había quitado el sombrero, posiblemente por miedo a lucir su inminente calva, que no estaba bien vista entre los actores de la época y el culto a la juventud de los últimos años. Delante del mismo se encontraban las mesas y en una de las últimas, cerca de una ventana pero no a la vista desde el exterior, se encontraba su jefe y amigo: Will Shake.
Shake no se sentaba solo. Dos hombres con gabardina y aspecto de matones se encontraban sentados en sus francos. El jefe mafioso hizo un gesto de su mano y acto seguido los dos sacos de músculos con ropa se marcharon sin hacer casi ni un ruido.
- Acércate Mike, tengo que hablarte- dijo el mafioso con su profunda voz, producto de tantos vicios que había en su vida....

3 comentarios:

  1. publica la segunda parte cuando pùedas k me as dejado en ascuas jajajajaja

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  2. si por favor. Me has dejado muy intrigada ¡¡¡quiero mass¡¡¡¡¡¡

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  3. ¿Y dónde están los monstruos?

    Mr. Seimaou

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